El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) de la Comunidad de Madrid considera que la reducción de impuestos en anunciada por el presidente autonómico Ignacio González va en la dirección correcta. Los altos impuestos no sólo son un lastre inmenso para la actividad económica de una región sino también para su desarrollo y progreso en todos los ámbitos: social, humano, cultural. Ningún país ha salido hacia adelante subiendo impuestos, sino favoreciendo la libertad de emprender y comerciar de sus ciudadanos. Todo impuesto es una intromisión en las vidas de los ciudadanos. El P-LIB reivindica la libertad económica como premisa ética de toda acción política.
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) madrileño considera aberrante que se vaya a destinar seis mil millones de euros del contribuyente a rescatar a las empresas concesionarias de las autopistas de peaje. En una demostración bochornosa de clientelismo y de desprecio por la libertad económica, el gobierno de Mariano Rajoy pretende forzar a costa de todos la supervivencia de un negocio particular destinado al fracaso. Las concesionarias, que deben quinientos millones de euros a las constructoras, tienen también créditos pendientes de pago que superan los tres mil ochocientos millones de euros.
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) madrileño expresa su indignación ante el caso Lamela, que revela la esencia del PP de Madrid. La política madrileña produce el favorecimiento ilegítimo mutuo entre empresas privadas y políticos. Así se explica que el ex consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid pasara a ser miembro del consejo de Assignia, empresa que en apenas dos años, desde que Lamela se convirtiera en su “asesor”, ha obtenido cuatro milllones de euros en contratos con el gobierno, y que se ha beneficiado presuntamente de concesiones que el mismo Lamela otorgó en sus años al frente de Sanidad, como la gestión no asistencial del Hospital del Tajo (Aranjuez).
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su indignación ante las medidas que ha anunciado la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, en relación con el sector del taxi. El gobierno municipal del PP pretende obligar a los taxistas a una determinada indumentaria, además de injerirse en su higiene personal y exigirles titulación educativa básica. Los liberales nos preguntamos qué será lo siguiente, porque estas exigencias iniciales irán incrementándose como siempre sucede cuando el Estado, en este caso a nivel municipal, se inmiscuye en una profesión.