El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera que la decisión de «empotrar» inspectores en diecisiés entidades bancarias constituye una nueva vuelta de tuerca en la estatalización del sistema bancario. Una empresa no es enteramente privada porque la titularidad de las acciones corresponda a particulares. Si la gestión está severamente controlada por el Estado, si la aristocracia directiva tiene intereses mezclados con los de la clase política, si la regulación es compleja y genera oligopolio, y si el negocio principal se basa en un privilegio que el Estado da y quita, no se puede hablar realmente de bancos privados. Los bancos que padecemos en España y en casi todo el mundo hoy en día son meras sucursales de la banca central estatalizada, y la pluralidad de marcas pretende esconder esta realidad, pero no lo consigue. Los nuevos inspectores residentes, comisarios políticos del Estado en cada banco, no solucionan el problema de fondo, que es el de una banca politizada, privilegiada, mal gestionada y a la postre rescatada con el dinero de todos.
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) sigue con preocupación el debate de estos días en los Estados Unidos sobre la posibilidad de que se acuñe una moneda de un billón de dólares (un trillón, en la denominación norteamericana) para monetizar deuda federal por la misma cantidad. Aunque por ahora es improbable que esta argucia, diseñada para saltarse las decisiones del Congreso de los Estados Unidos, se lleve a cabo, sin embargo ilustra muy bien el sistema monetario actual. Óscar Timón, Portavoz del P-LIB en Economía, ha declarado que «esta posible acuñación revela que vivimos en un sistema donde el dinero es un monopolio estatal y los políticos pueden crear dinero a voluntad».
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) rechaza el incremento del presupuesto autonómico de Extremadura y su nuevo endeudamiento en cuarenta millones de euros más. En la actual coyuntura económica es imprescindible reducir radicalmente el gasto público y detener la escalada en la rapiña fiscal contra los ciudadanos. En el resto de las comunidades autónomas los recortes del gasto son ridículos y cosméticos, pero a la postre son recortes. Sin embargo, Extremadura es la única que incrementa el gasto. Los ciudadanos, las empresas y los autónomos tienen que apretarse el cinturón mientras la Junta de Extremadura se permite el lujo de gastar más y endeudarnos a todos más aún.
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su solidaridad con el actor Gérard Depardieu, exiliado fiscal de la Francia hipercolectivista de François Hollande. Después de toda una vida pagando al fisco francés cantidades de dinero realmente desproporcionadas, hasta superar los ciento cuarenta y cinco millones de euros en impuestos, el actor puso voz el mes pasado a millones de franceses que ya no soportan más el expolio tributario de ese país. Depardieu, pudiendo residir en cualquier lugar del mundo, ha mantenido su residencia en territorio francés hasta que las últimas medidas de Hollande le han hecho ya insoportable vivir en Francia, país del que finalmente se ha marchado tras abonar en 2012 el 85% de sus ingresos. 
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su indignación ante las últimas modificaciones en la Ley General Tributaria aprobadas por las Cortes Generales el pasado 17 de diciembre. Van dirigidas a entorpecer y encarecer todavía más la actividad económica en nuestro país, ya que golpean directamente al tejido empresarial y en particular a los trabajadores autónomos. La reforma de la Sección Tercera, sobre los responsables tributarios, introduce en el artículo 42 f la responsabilidad solidaria de las empresas y de todas aquellas personas que desarrollen una actividad económica, exigiéndoles tramitar nuevas certificaciones respecto de su situación deudora para con el Estado.
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera que la no actualización de las pensiones en relación con el incremento del Índice de Precios al Consumo es un síntoma más del fracaso del sistema colectivizado de pensiones que el Estado nos impone a todos. Es un incumplimiento directo de las promesas del gobierno actual y de los acuerdos de todo el establishment político, sindical y patronal español en el marco del nefasto Pacto de Toledo. El Presidente del P-LIB, Juan Pina, ha declarado al respecto que «el Pacto de Toledo se ha convertido ya en un pacto de silencio que pretende esconder a la población la quiebra del sistema de reparto, un sistema que ya sólo reparte miseria».