Sí rotundo al derecho de manifestación

Juan PinaEl Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su alarma y su escándalo anter las declaraciones de esta mañana de la Delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, sobre la supuesta necesidad de «modular» el derecho de manifestación. La señora Cifuentes se ha caracterizado, desde que ocupa el cargo, por una actitud despreciativa hacia los derechos civiles, y particularmente los de asociación, reunión y manifestación. Estas declaraciones son claramente un anuncio de medidas liberticidas por parte del gobierno del PP contra esos derechos civiles. La propia Delegada afirma que su intención es abrir un debate al más alto nivel político para reducir el alcance del derecho de manifestación. Llama la atención que la Delegada se permita criticar la cantidad de manifestaciones y pretenda limitarla. En una sociedad libre se producirán tantas manifestaciones como soberanamente decidan los grupos de ciudadanos que las promueven, y no es tolerable que ningún responsable político se arrogue la competencia de evaluar si son pocas o son muchas. La señora Cifuentes ignora deliberadamente que su propio cargo existe para proteger el ejercicio de los derechos civiles, no para constreñirlo. Igual de intolerable resulta la insinuación de su compañero de partido, Jaime Mayor Oreja, de que los medios de comunicación deberían censurar la transmisión en directo de manifestaciones para no «inducir» a participar en ellas. Los medios de comunicación, evidentemente, deben ser libres de transmitir lo que consideren noticia, y si a los responsables políticos no les gusta, deben sencillamente aguantarse.

Mejor harían Cifuentes y Mayor en exigir a los agentes antidisturbios la preceptiva identificación, y en instar la investigación de posibles infiltraciones de agentes entre los manifestantes para provocar incidentes. El P-LIB es consciente de la manipulación que rodea a muchas convocatorias de manifestaciones y al desarrollo de las mismas, que en ocasiones llega a provocar el colapso de las ciudades. El P-LIB siempre ha condenado, y lo seguirá haciendo, todo acto de iniciación de la violencia por parte tanto de los manifestantes como de las fuerzas del orden. Pero aprovechar estas circunstancias para limitar derechos civiles esenciales, precisamente cuando más extendida está la voluntad de ejercerlos, es propio de gobiernos autoritarios que desconfían de la Libertad. Nosotros de quien desconfiamos es, sobre todo, del Estado, y especialmente cuando está representado por personas que se permiten deslegitimar las libertades individuales y proponer con insolente descaro su recorte. El P-LIB contempla con preocupación el paulatino retroceso de las libertades en nuestro país. Ya han sufrido un golpe de considerable dureza con el Veto Electoral vigente desde 2011 y podrían ahora encajar otro si Cifuentes y Mayor se salen con la suya y logran limitar el derecho civil a la manifestación.

El Presidente del P-LIB, Juan Pina, ha declarado que «el PP y el PSOE son dos caras del mismo autoritarismo en materia de derechos civiles y libertades ciudadanas», añadiendo que «las palabras de hoy de Cristina Cifuentes se enmarcan en la peor tradición de políticos como el ministro socialista del Interior José Luis Corcuera, que en 1992 intentó acabar con la inviolabilidad del domicilio y al final tuvo que intervenir el Tribunal Constitucional para deshacer su tristemente recordada ley de patada en la puerta; o como el ministro de Gobernación con Arias Navarro y fundador del PP, Manuel Fraga, cuya frase la calle es mía respondía a la misma lógica represiva que hoy inspira a la Delegada del Gobierno en Madrid». «Las declaraciones y la actitud de esta señora hacia los derechos del individuo son de todo punto incompatibles con el cargo que desempeña«, ha concluido.

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