Eliminación total de subvenciones

Ante la extrema gravedad de la situación económica española y ante la inequidad de las medidas tardías adoptadas por el gobierno (tras la presión recibida desde Bruselas y Washington), el Partido de la Libertad Individual (P-LIB) reclama que, al menos durante lo que queda de 2010 y 2011, se produzca una supresión total de las subvenciones a partidos políticos, asociaciones de cualquier índole, confesiones religiosas y sindicatos, y una reducción de las subvenciones a sectores productivos hasta su mínima expresión posible. Con posterioridad a ese plazo, y solamente si la economía se ha recuperado en suficiente medida, podría contemplarse un retorno temporal a las subvenciones, siempre condicionado a una transición sensata para acabar con ellas definitivamente y sustituirlas por aportaciones directas altamente desgravables, de manera que el Estado deje de «interpretar» la voluntad ciudadana y permita que ésta aflore libremente. El éxito o fracaso económico de cualquier organización social debe depender de su propia capacidad de convencer a la sociedad de que la financie, y no de su capacidad de conseguir que los políticos le den subvenciones con el dinero de todos. El P-LIB es el único partido cuyos Estatutos prohíben expresamente la aceptación de cualquier forma de financiación estatal. Por ello recibe con escepticismo las declaraciones de Mariano Rajoy, que ahora habla (sólo) de «recortar» las subvenciones a los partidos, cuando el suyo es de los que más dinero reciben.

Es intolerable que por un lado se esté subiendo el IVA (nada menos que dos puntos) a todos los ciudadanos, se hable de subir impuestos directos y se vaya a congelar las pensiones de nuestros mayores, mientras por otro se destina decenas de miles de millones de euros a las actividades reseñadas. En cualquier circunstancia económica es injusto y contrario a la libertad personal que los contribuyentes deban financiar organizaciones de las que no son miembros, pero en las circunstancias actuales es además insostenible.

En estos momentos, más que nunca, cada céntimo que se encuentra en las arcas del Estado es un céntimo menos del que dispone la economía auténtica, y un céntimo más para el despilfarro, la corrupción y la mala gestión. No es el momento de subir impuestos, ni directos ni indirectos, ni a empresas ni a personas físicas. Es el momento de aliviar la carga tributaria de todos para revitalizar el consumo (un consumo viable, no impulsado artificialmente mediante expansión crediticia, sino basado en el ahorro y en la generación de riqueza) y dinamizar la economía, estrangulada y asfixiada por el estatalismo. Es el momento de que el Estado se reduzca a sus escasas funciones básicas y abandone todos los terrenos que no le corresponden, prescindiendo para ello de una buena parte de sus empleados porque los ciudadanos ya no podemos costearlos. En la campaña de Renta y Sociedades de este año, más que nunca, el P-LIB recomienda a los contribuyentes buscar todas las fórmulas legales a su alcance para minimizar su tributación, como legítima medida de autodefensa frente al expolio fiscal que sufrimos.

El P-LIB considera imprescindible realizar un esfuerzo para explicar a la ciudadanía que la actual crisis se debe a la expansión crediticia irresponsable provocada por las políticas económicas keynesianas, aplicadas tanto por gobiernos conservadores como socialdemócratas en toda Europa; y que la única manera de salir de esta crisis y evitar crisis futuras consiste en la plena liberalización económica, en condiciones de sujeción de la moneda a un patrón objetivo como el oro y de concurrencia de monedas con encaje bancario pleno.

El P-LIB es el único partido español que propone una reforma de la Constitución para impedir el déficit y establecer topes a la carga fiscal de empresas y ciudadanos y al endeudamiento del Estado.

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