El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su rechazo más absoluto a la nueva salida a concurso de la concesión para la televisión pública 7RM. Después del ejemplo ruinoso que resultó la anterior concesión para los murcianos, se nos quiere vender ahora que dieciséis millones de euros, que saldrán del bolsillo de todos los ciudadanos como siempre, es un coste muy bajo para un ente público que incluye televisión y radio públicas. Para los liberales, no es admisible que servicios que pueden ser perfectamente prestados desde el ámbito privado, como es el de los medios de comunicación, «necesiten» también ejercerse desde las administraciones públicas.

El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) de Andalucía denuncia la peligrosa deriva del gobierno andaluz, que parece empeñado en cruzar el Rubicón hacia el «socialismo real». La Junta de Andalucía se ha permitido hoy el lujo de comenzar a fijar los «mínimos vitales» de consumo de agua y electricidad por unidad familiar (se salva por ahora el gas natural), que serán de cien litros diarios de agua (tres mil mensuales) y 2.519 kilowatios anuales. El P-LIB rechaza esta medida extremadamente intervencionista. El gobierno andaluz ha comenzado a difundir propaganda asegurando que la administración correrá con este gasto.
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su alarma ante la información difundida ayer por el diario El Confidencial, según la cual el Ministerio del Interior estaría maniobrando para desplazar a altos cargos policiales que trabajan en los casos Gürtel y Bárcenas, y sustituirlos por personas más afines al gobierno, con la intención de cerrar en falso estos casos. En particular, el nombramiento de nuevos responsables en los puestos de mando de la Comisaría General de la Policía Judicial (incluida la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal, UDEF) parece orientado a ejercer un control político sobre la actividad policial.
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) muestra su rechazo a la reciente bajada de tipos de interés dictada por el Banco Central Europeo. Esta medida muestra una vez más que los políticos europeos no han aprendido nada de esta crisis y caen en los mismos errores que la provocaron. Es especialmente negativa para España ya que relaja aún más la presión sobre el gobierno respecto a la reducción del gigantesco gasto público. El rescate encubierto de Draghi y los tipos de interés en mínimos históricos permiten a los políticos mantener un elevadísimo gasto y una estructura estatal mastodóntica mientras deterioran sus servicios monopolizados.