El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) recibe con indiferencia la abdicación de Juan Carlos de Borbón, y recuerda el descrédito extremo del que hoy adolecen la jefatura del Estado y la institución monárquica a consecuencia de los comportamientos indecorosos que se han generalizado en su ejercicio. La abdicación es una medida que llega demasiado tarde porque el titular de la corona lleva demasiados años cubriéndola de ignominia y debería haberse marchado mucho tiempo atrás. Su renuncia, a estas alturas, ni repara el daño ocasionado ni justifica la colocación de su hijo en un puesto inmerecido y rechazado por gran parte de la población.
A falta de la reflexión y el análisis que se realizará en los próximos días y semanas sobre la campaña al Parlamento Europeo y sobre los resultados electorales, el Partido de la Libertad Individual (P-LIB) constata el pleno alcance de los objetivos de organización, cohesión interna, crecimiento y notoriedad con los que se acometió la participación en estos comicios. El primer objetivo era la propia presentación y proclamación de la candidatura, tarea ardua que no está al alcance de cualquiera. La organización territorial del P-LIB demostró el pasado mes de abril una enorme entrega y una capacidad de acción a prueba de todo tipo de trabas oficiales, logrando que el P-LIB tuviera en mayo su segunda campaña electoral. En ésta, el crecimiento de la militancia (a falta de datos definitivos) se ha situado en un 10% en un par de semanas.