Ante las últimas encuestas

El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) ha recibido con escepticismo las encuestas publicadas este fin de semana y hoy mismo por diversos periódicos. En primer lugar, creemos que un contexto como el actual (de grave crisis económica e importantes casos de corrupción cuyo desenlace es imprevisible) no permite realmente pulsar con fiabilidad la tendencia de voto ante unas elecciones que, en cualquier caso, no están cercanas.

En segundo lugar, llama la atención que el hundimiento del partido gobernante no sea mucho mayor de lo recogido por las encuestas, ante una situación tan desastrosa como la actual. Esto se debe a la cultura política de nuestras masas, pero también al sistema electoral y particularmente al procedimiento de adjudicación de escaños. Como es bien sabido, el sistema electoral español favorece a los dos grandes partidos (y especialmente al primero), otorgándoles una sobrerrepresentación muy acusada. Esto dificulta el vuelco en una gran cantidad de provincias medianas y pequeñas que son feudo de uno u otro partido, lo que distorsiona aún más los resultados generales. El P-LIB considera urgente la reforma del sistema electoral para hacerlo realmente ético y democrático, es decir, matemáticamente proporcional al voto ciudadano.

En cualquier caso, es evidente la tendencia hacia un fuerte avance del Partido Popular frente al Partido Socialista. Ante ese avance, el P-LIB se muestra indiferente y escéptico. Un posible gobierno del PP será algo más sensato que el gobierno de Zapatero en lo relacionado con la economía, lo cual es de agradecer, pero seguirá siendo fuertemente intervencionista y no parece previsible que se decida a emprender una profunda reforma económica en clave liberal. Incluso durante la etapa de Aznar la economía se liberalizó muy poco, y la actual cúpula del PP es aún menos liberal en lo económico. Lo peor es que el precio de ese ligero avance en economía será un retroceso en las cuestiones de derechos y libertades, debido al conservadurismo moral del partido de Rajoy.

El P-LIB espera que ninguno de los dos grandes partidos vuelva a obtener la mayoría absoluta en las Cortes, ya que ambos han demostrado una extraordinaria arrogancia en el uso de esa mayoría. El P-LIB defiende gobiernos de coalición representativos de diversas tendencias y amparados por una base ciudadana suficiente, y desconfía de los gobiernos monocolores. Consideramos que el actual panorama hace más necesaria que nunca la entrada en escena de un sólido partido liberal que pueda completar mayorías imponiendo sensatez y, al mismo tiempo, forzando el avance de la libertad económica y de la libertad moral. El P-LIB aspira a convertirse a medio plazo en ese partido para reducir el Estado y afirmar la soberanía del individuo, con el objetivo último de devolver el poder al ciudadano.

 

 

 

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