
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) madrileño manifiesta su indignación ante el más reciente y escandaloso caso de corrupción registrado en nuestra comunidad autónoma. Este caso afecta de lleno a la patronal madrileña CEIM, con la imputación de su presidente Arturo Fernández y con la detención de importantes dirigentes empresariales. Lo sucedido pone nuevamente de manifiesto que la cultura de la subvención genera corrupción, al crear los incentivos perversos que llevan a políticos, sindicalistas, empresarios o funcionarios a delinquir para hacerse con el dinero de nuestros impuestos.
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) murciano expresa su preocupación por la forma en la que el Partido Popular está gestionando la sucesión del presidente autonómico Ramón Luís Valcárcel. La Comunidad Autónoma de la Región de Murcia lleva varios meses de desgobierno. «Valcárcel dedica más tiempo a colocarse bien en Europa que a trabajar por su región, aunque casi es mejor así, ya que lo único que ha conseguido en sus últimos años de gestión ha sido empobrecer esta comunidad autónoma hasta límites insospechados», afirma Francisco José Carvajal, Coordinador del P-LIB murciano.
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) mallorquín comparte la preocupación expresada por los grupos políticos con representación municipal en el Ayuntamiento de Palma en relación con el segmento de población que no puede acceder a la vivienda, coincidiendo con la existencia de un gran parque de pisos vacíos. Carlos Cabeza, Coordinador Insular del P-LIB en Mallorca, ha afirmado que «compartiendo ese interés humanitario, discrepamos absolutamente de las soluciones coercitivas» que han surgido en uno de los últimos plenos del consistorio palmesano.
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) denuncia la indefensión de los ciudadanos ante la ilegalidad del céntimo sanitario. Mientras el Estado establece impuestos de forma arbitraria y persigue implacablemente su cumplimiento, los ciudadanos difícilmente pueden reclamar un impuesto cobrado injustamente según las reglas establecidas por la propia administración. Parece claro que todo vale para saquear al contribuyente, como han demostrado las brutales subidas de impuestos de esta legislatura y que, al igual que el céntimo sanitario en su día, han pasado de temporales a permanentes.