El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) madrileño expresa su indignación ante el caso Lamela, que revela la esencia del PP de Madrid. La política madrileña produce el favorecimiento ilegítimo mutuo entre empresas privadas y políticos. Así se explica que el ex consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid pasara a ser miembro del  consejo de Assignia, empresa que en apenas dos años, desde que Lamela se convirtiera en su “asesor”, ha obtenido cuatro milllones de euros en contratos con el gobierno, y que se ha beneficiado presuntamente de concesiones que el mismo Lamela otorgó en sus años al frente de Sanidad, como la gestión no asistencial del Hospital del Tajo (Aranjuez).
					
Ante la imputación judicial de Cristina de Borbón, y sin perjuicio de la presunción de inocencia a la que todo ciudadano tiene derecho, el Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera llegado el momento de que la institución monárquica española asuma el rechazo generalizado del que se ha hecho acreedora, y las consecuencias correspondientes. La imputación de Cristina de Borbón como cómplice de los presuntos delitos de su marido es la gota que colma el vaso de la paciencia ciudadana con la monarquía. Es obvio que la sociedad civil ya no cree necesaria ni conveniente esta institución. Sus principales exponentes han llegado a percibirse ya como una lacra que avergüenza a los ciudadanos. 
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) espera con interés la comparecencia del Director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), prevista para el próximo día 19, al objeto de explicar la relación de Corinna zu Sayn-Wittgenstein con nuestro gobierno. Es lamentable que esa comparecencia vaya a producirse a puerta cerrada, pero es seguro que trascenderá todo lo que cuente el compareciente, como es habitual. Los liberales exigimos transparencia en relación con este asunto. El gobierno debe aclarar cuál ha sido el papel de esta señora en las relaciones exteriores y otras gestiones del Estado, incluidas las que pueda haber realizado a instancias del Ejecutivo para algunas empresas. 
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) denuncia la extrema parcialidad y la politización total del Tribunal de Cuentas, un organismo de control que no controla porque sus integrantes responden de forma directa a nombramientos realizados a propuesta del PP y del PSOE. La gran mayoría de los vocales están claramente vinculados al PP, incluyendo al hermano del ex Presidente Aznar o a la ex ministra Margarita Mariscal de Gante. Los pocos que no están vinculados al PP lo están al PSOE. Este organismo es el encargado, entre otras cosas, de controlar la financiación de los partidos políticos, ya que en un 80 % procede del erario público (salvo en el caso del P-LIB, único partido que rechaza estatutariamente la financiación pública).