El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera que el PP está sumido en una gravísima crisis política. Es una crisis profunda, una crisis de valores y de identidad política e ideológica. Esa crisis es la consecuencia de la lucha encarnizada entre los diversos lobbies que intentan condicionar la orientación del partido. La crisis tiene su expresión más grosera y menos edificante en la batalla pública entre sectores, que ha llegado ya al extremo de que cada uno de ellos recurra a filtrar los negocios inconfesables de los demás, provocando daños irreparables a los cimientos mismos del partido.
Pronosticamos que el PP va a terminar, como afirma el dicho popular, «como el rosario de la Aurora». Son ya demasiados años en el poder en demasiados municipios y comunidades, con una ausencia total y absoluta de democracia interna, sin apenas renovación generacional ni actualización de las ideas, y con una militancia férreamente controlada por las diversas camarillas que giran en torno a los barones y baronesas del partido.
El P-LIB es consciente de que en el PP hay una pequeña y discreta minoría de auténticos liberales. Son personas que van mucho más allá de Esperanza Aguirre en su apuesta por una política económica auténticamente orientada a la reducción drástica del Estado y de su coste. Son, simultáneamente, personas que disienten del rancio e insufrible conservadurismo moral que impone el lobby clerical en el seno del partido. Son, además, personas que no comparten el anticuado hiperpatriotismo de la mayoría de su partido, y que desean superar el eterno conflicto centro-periferia mediante una visión innovadora y pragmática que resuelva en clave federal, a la belga, los problemas a los que nos enfrentamos. Son, en definitiva, personas que no encajan bien en el PP, que sólo están en ese partido por la economía pero estarían mucho más a gusto en un partido profundamente liberal. Algunas de esas personas ya han dado el paso de abandonarlo y buscar alternativas que sí satisfagan plenamente su forma de pensar.
El P-LIB ha recibido en su seno a algunas pocas personas que han recorrido ese camino, y está abierto a recibir a los auténticos liberales (liberales en todo, en lo económico y en los derechos individuales y las cuestiones éticas) que entiendan llegado el momento de salirse de un partido como el PP. El PP es un partido colectivista: un partido socialdemócrata en lo económico, conservador en lo moral y fuertemente centralista, es decir, el PP es un partido liberal en nada.
