El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) recibe con indiferencia la abdicación de Juan Carlos de Borbón, y recuerda el descrédito extremo del que hoy adolecen la jefatura del Estado y la institución monárquica a consecuencia de los comportamientos indecorosos que se han generalizado en su ejercicio. La abdicación es una medida que llega demasiado tarde porque el titular de la corona lleva demasiados años cubriéndola de ignominia y debería haberse marchado mucho tiempo atrás. Su renuncia, a estas alturas, ni repara el daño ocasionado ni justifica la colocación de su hijo en un puesto inmerecido y rechazado por gran parte de la población.
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) se suma al clamor ciudadano que demanda un trato para Cristina de Borbón igual al que recibe cualquier otro ciudadano, ante su declaración como imputada del próximo 8 de febrero en Palma de Mallorca, y rechaza con indignación las declaraciones del ministro de Justicia, por ser una presión intolerable al juez para que establezca medidas especiales que no se han aplicado a otros imputados, incluido Iñaki Urdangarín, y no tienen que habilitarse en este caso. Mayor estupor aún provoca que la presidenta del PP madrileño, que presume de liberal, haya apoyado la pretensión del ministro.