Algunos de los pensadores que inspiran los planteamientos políticos del Partido Libertario:
Frédéric Bastiat (1801-1850). Autor de la La Ley, Bastiat demuestra cómo un ordenamiento jurídico justo es esencial para una sociedad libre. Rechazando los clichés de su época, proclama el interés propio (el ánimo de lucro) como motor del progreso colectivo: “(…) resulta indudable que el interés propio es el resorte principal de la naturaleza humana (…)”. Es claramente un precursor de la escuela de pensamiento basada en la acción humana.
Lysander Spooner (1808-1887). Individualista y humanista, es considerado como un inspirador principal de la corriente anarcocapitalista del libertarismo. Luchó denodadamente por la abolición de la esclavitud y por los derechos de los trabajadores, a los que percibía como empresarios con un solo cliente, muy en la línea de la visión libertaria actual. Por ello fue uno de los primeros impulsores del autoempleo frente a las grandes empresas jerarquizadas que en aquella época con frecuencia incurrían en prácticas tiránicas.
Henry David Thoreau (1817-1862). Poeta y activista por la libertad, Thoreau luchó contra la esclavitud y criticó el expansionismo de su país, Estados Unidos, a costa del vecino México. Su tratado Sobre el deber de la desobediencia civil es una lectura de permanente vigencia en la que se argumenta la soberanía del individuo y se realiza un coherente cuestionamiento de su invasión por parte del Estado, con o sin la supuesta legitimidad procedente del apoyo de la mayoría social.
Ludwig von Mises (1881-1973). Exponente esencial de la Escuela Austriaca, Ludwig von Mises es uno de los pilares fundamentales del pensamiento económico liberal y libertario contemporáneo. Influido desde muy joven por la obra de Carl Menger, y particularmente por sus Principios de Economía Política (texto que se considera como la obra fundacional de la Escuela Austríaca), fue alumno de Eugen von Böhm-Bawerk en la Viena de principios del siglo XX. En 1912 publicó su Teoría del Dinero y del Crédito, aplicando los principios de Menger al dinero y demostrando que la abundancia de dinero en circulación tiene efectos redistributivos. En 1922, sólo unos años después de la Revolución Rusa, demostró que el sistema económico socialista era inviable al carecer de una mecánica autónoma de precios. Aportó argumentos irrefutables a favor de la libertad económica en Liberalismo (1927), y desmontó las aproximaciones puramente matemáticas a la economía. En 1940 huye de Europa perseguido por los nazis y se instala en los Estados Unidos, obteniendo una cátedra en la Universidad de Nueva York. En 1949 escribe la obra clave del libertarismo en economía: La acción humana, cuya influencia sería capital sobre pensadores de la talla de Hayek, Rothbard y otros muchos. Von Mises colaboró con Ayn Rand, y ella se esforzó en dar a conocer su obra.
Salvador de Madariaga (1886-1978). Escritor, diplomático y político, Salvador de Madariaga tuvo que pasar más de media vida en el exilio a causa del régimen de Franco. Embajador en Washington y Ministro de Instrucción Pública y posteriormente de Justicia en la II República (bajo el gobierno de Lerroux), Madariaga combatió el franquismo desde el exilio en Argentina y Gran Bretaña, y sólo regresó a España una vez instaurada la democracia. En el exilio, Salvador de Madariaga fue cofundador y primer presidente de la Internacional Liberal.
Rose Wilder Lane (1886- 1968). La estadounidense Rose Wilder Lane está considerada como una de las fundadoras del movimiento libertario de su país, movimiento que desembocaría tres años después de su muerte, en 1971, en la fundación del Partido Libertario de los Estados Unidos, el primero del mundo. Pionera del Oeste en su infancia, hecho que influyó en su visión del mundo, fue hija de Laura Ingalls, autora de Little House on the Prairie, obra de la que Rose Wilder Lane fue editora (y sobre la que se inspiró libremente una serie de televisión de los años 70 y 80 del siglo XX, La Casa de la Pradera). Su principal obra, The Discovery of Freedom: Man’s Struggle Against Authority, es una defensa del individualismo político y de la capacidad creativa del individuo, y un alegato contra el nacionalismo, el estatismo, y la planificación de la economía.
Henry Hazlitt (1894-1993). El autor de Economía en una lección (1946) fue uno de los mayores divulgadores de la economía austríaca en Norteamérica y también en el mundo, mediante traducciones al español y otras lenguas. Como cofundador de la Fundación para la Educación Económica, Hazlitt fue uno de los principales artífices del movimiento de institutos de pensamiento libertarios, cuya extensión mundial constituye hoy uno de los principales motores de influencia de nuestras ideas en la sociedad.
Friedrich August von Hayek (1899-1992). Hayek, discípulo privilegiado de Ludwig von Mises, es el economista liberal por antonomasia. Fue el crítico principal de Keynes y desmontó su enfoque intervencionista de la economía. Premio Nobel de Economía en 1974, desentrañó la fluctuación económica y conectó la economía con las ciencias sociales explicando la interdependencia de la acción económica humana con el entorno sociopolítico y cultural. La obra clave de Hayek es Camino de servidumbre (1944), y más de medio siglo después de su primera edición conserva una frescura y una vigencia realmente asombrosas. En un lenguaje al alcance de cualquier profano, Hayek ofrece una lección magistral de economía y desmonta la idea tan extendida (y tan nociva) de que la organización económica es planificable. Si la “acción humana” es el concepto fundamental que aporta su maestro Von Mises, el “orden espontáneo” será la mayor contribución de Hayek al pensamiento contemporáneo, al exponer la superioridad del orden configurado por la libre interacción de millones de ciudadanos como agentes económicos, frente a cualquier forma de planificación centralizada de la economía. Entronca así, también, con pensadores como Frédéric Bastiat, que ya habían criticado (y alertado sobre) la pulsión planificadora del Estado. En La fatal arrogancia (1988), Hayek alerta sobre la tan habitual prepotencia de los gobernantes, que se creen capaces de planificar la economía como si tuvieran a su disposición todos los datos de la ecuación económica, tan compleja que sólo puede ser felizmente resuelta por la libre y múltiple acción de toda la sociedad civil. Hayek fundó la Sociedad Mont Pèlerin, uno de los principales (y de los primeros) think tanks liberales del mundo.
Ayn Rand (1905-1982). La obra de Ayn Rand es fundamental para el pensamiento libertario moderno. Aunque su visión económica es muy certera y confirma los pasos de pensadores como Ludwig von Mises y Friedrich von Hayek, es sobre todo en el campo de la ética donde Rand realiza una contribución imprescindible a nuestras ideas como fundadora de la corriente objetivista en filosofía. Esta filósofa, tan relevante como ignorada por el colectivismo imperante en nuestra sociedad, logró superar siglos de complejos y cientos de clichés de origen tanto religioso como marxista en contra de la libre persecución del interés propio. Desmontó con argumentos imbatibles la filosofía del colectivismo en todos los órdenes de la vida, y reconstruyó la ética desde el individualismo y el racionalismo. En este sentido, la Introducción a la epistemología objetivista ofrece una base fundamental para asentar las ideas de la libertad y de la defensa del capitalismo de mercado libre. Enamorada de la libertad individual en todas sus vertientes, Rand nos legó varios textos de extraordinaria fuerza como su primera novela Los que vivimos, que denuncia el modelo comunista junto a la distópica Himno. De su obra literaria destacan dos novelas: El Manantial (1943) y la monumental La rebelión de Atlas (1957), en las que se defienden principios filosóficos que no dejarán indiferente al lector.
Isaiah Berlin (1909-1997). Filósofo e historiador de las ideas, este pensador letón es uno de los más influyentes en la configuración del nuevo liberalismo posterior a la Segunda Guerra Mundial. Tuvo que huir de Letonia a causa del antisemitismo imperante en la recién fundada Unión Soviética. En Gran Bretaña fue profesor en Oxford y presidente de la Academia Británica durante varios años. Desde su exilio de una vida entera, fue una de las principales voces que se alzaron para desmontar los mitos del comunismo durante la Guerra Fría. Su contribución al mundo de las ideas gira en torno a la libertad positiva y negativa, y alrededor de los valores del pluralismo.
El Partido Libertario también pone en valor la obra de pensadores actuales como Jesús Huerta de Soto, Carlos Alberto Montaner, David Friedman, Deirdre McCloskey, Johan Norberg, Anne Applebaum, Nassim Taleb y muchos otros.