Pedro Sánchez miente: la causa de fondo del apagón es el mercantilismo

Foto: EFE/ Javier Lizón

El Partido Libertario condena los intentos de Pedro Sánchez de echar balones fuera sobre las causas del apagón del 28 de abril, de intentar poner el foco sobre la causa desencadenante para distraer la atención de las causas de fondo, y de mostrar una visión engañosa sobre los fundamentos del sistema energético español.

Aunque se tardará tiempo en saber con certeza lo que desencadenó el apagón, la información preliminar apunta a una variación brusca en el suministro o en el consumo. Debido a la naturaleza de las redes eléctricas, es crítico mantener en cada momento el equilibrio entre producción y consumo para evitar un apagón de estas características.

Pero si queremos evitar que se repita una situación así o mucho más grave, hay que hacer lo contrario de lo que dice Pedro Sánchez y poner la atención en la estructura de nuestro sistema energético.

El mix energético español

Hay sistemas de producción de energía que permiten regular la producción, como las centrales hidroeléctricas, de gas y de carbón; y hay sistemas que proporcionan un suministro predecible y que proporcionan una inercia amortiguadora como las ya mencionadas y las nucleares.

Por el contrario, las energías eólica y solar, aunque proporcionan otras ventajas, no permiten regular la producción, no ofrecen un suministro estable (depende del viento y del sol), y no proporcionan inercia.

Pero en los últimos años en España, se ha aumentado la proporción de energía eólica y solar, y cerrando las centrales de carbón y las nucleares.

Las centrales térmicas de carbón sí son contaminantes, pero la energía nuclear está catalogada como energía verde, por lo que el cierre de las nucleares no tiene una justificación práctica real. Por otro lado, la energía hidroeléctrica, además de no producir emisiones contaminantes, es renovable.

No es que la solar y la eólica no puedan y deban constituir una parte del total, o que no sea deseable que aumenten en un futuro, pero debe haber una distribución proporcionada de sistemas de producción que garantice la estabilidad del sistema, y los futuros aumentos de estas energías más inestables dependen de inversiones para reacondicionar la red eléctrica existente (que no se han hecho), y en algunos casos de futuras mejoras tecnológicas (como sistemas de acumulación).

Las causas políticas de fondo

Pero las causas de fondo son políticas, van más allá del gobierno de Sánchez y probablemente la situación no sería muy distinta con un hipotético gobierno de, por ejemplo, Núñez Feijóo.

Las grandes empresas de producción y distribución de energía en España no son realmente empresas privadas. Si el operador privado Red Eléctrica de España fuera realmente privado, no estaría presidido por una exministra del partido gobernante, ni los consejos de administración de las eléctricas llenos de políticos. Ni la mitad del coste de la distribución eléctrica correspondería a recargos estatales dando como resultado una pobreza energética creada artificialmente.

Las decisiones sobre el sistema eléctrico en España no son tomadas por un amplio conjunto descentralizado de personas en los que cada parte asume sus errores con un coste económico que le puede llevar a la quiebra.

Las decisiones sobre el sistema eléctrico en España son tomadas por un grupo mínimo de personas que ocupan cargos políticos, que no tienen el menor coste personal por sus errores, y que disponen de medios de comunicación a su servicio que les sirven para propagar desinformación, escurrir el bulto, y no pagar por sus errores ni siquiera un coste político.

Se ha dicho recientemente en diversas ocasiones que en España no era posible un gran apagón. Lo era. El que no se repita, y a mayor escala, depende de que nuestro sistema energético haga una transición ordenada a modelo un alejado de la política y de la planificación central. El que la situación no vaya a peor en un futuro depende de que el sistema energético español sea desnacionalizado.

Mientras tanto, mientras haya responsables políticos, estos deben asumir como mínimo responsabilidades políticas y dimitir. La causa de fondo del apagón es lo que se llama “capitalismo de amiguetes”, un sistema donde las supuestas empresas privadas son en realidad ramificaciones del Estado. La causa de fondo es el mercantilismo.

Más destacados