Saqueo de Caja Madrid, así funciona la banca pública

Roxana Nicula | P-LIBEl Partido Libertario (P-LIB) reafirma su propuesta de la total separación del sector bancario del poder político tras el último episodio del saqueo de catorce millones de euros de Caja Madrid, hoy bajo el nombre de Bankia. Los libertarios nos sumamos al clamor de la opinión pública y de los medios de comunicación contra la financiación que Miguel Blesa, presidente del consejo de administración de Caja Madrid hasta 2009, habría entregado mediante una serie de convenios a diferentes proyectos de las fundaciones de varios partidos políticos y sindicatos entre los que se encuentran: PP, PSOE, IU, y Comisiones Obreras. Este capítulo de la banca española no hace sino reconfirmar nuestra propuesta de una total separación de la banca del poder estatal ejercido por los políticos. La raíz del actual desastre bancario, particularmente de la banca estatal como es el caso de Caja Madrid, no es otro que el exceso de Estado, el enorme poder discrecional que tienen los políticos y los burócratas en España. El P-LIB invita a la sociedad civil a comprender que hoy en España y en la Unión Europea no tenemos un libre mercado, sino todo lo contrario. El asfixiante intervencionismo de los políticos en el negocio bancario es lo que permite a su vez que ciertos grupos de presión, formados por personas y empresas, se coaliguen con los primeros generando el conocido fenómeno de las puertas giratorias para así controlar el mercado impidiendo su libre desarrollo espontáneo.

El Partido Libertario desea expresar su profundo agradecimiento a la labor llevada a cabo por los activistas de la red Xnet, eficientes defensores privados de la transparencia y la calidad de la democracia, quienes sacaron a la luz este nuevo abuso en un banco de titularidad pública: Caja Madrid. Los libertarios no tememos que la cosa pública se convierta en cosa privada siempre y cuando haya una auténtica liberalización del sector bancario. La gran diferencia entre lo estatal -lo público- y lo privado es que lo público siempre depende de las voluntades políticas de unos de individuos que imponen su propio criterio, sus propios gustos, y obligan a la mayoría a aceptarlos sin rechistar. Mientras que lo privado siempre está sometido a la soberana voluntad directa de cada individuo, como consumidor o proveedor de servicios, que se une y se separa de otras voluntades igualmente individuales en el orden espontáneo del mercado libre.

En este sentido, Roxana Nicula, Secretaria de Organización del P-LIB insistió que: “en los sectores donde hay libertad si tu servicio o producto es caro, malo o engañoso, nadie te lo compra porque puede irse libremente a tus competidores. Cuando ello ocurre deberás esforzarte por corregir tus deficiencias porque si no, tendrás que cerrar tu empresa o reconvertirte hacia algo que sí le interese a la gente. En el mercado intervenido por el Estado, lo que conocemos por sector público, los errores tardan en corregirse por la inexistencia de relación directa entre el prestatario del servicio y el receptor, entre ellos interponiéndose la maraña administrativa del aparato estatal -políticos y funcionarios-. Hoy en España somos presos en un mercado intervenido a quienes no se nos permite abrir un servicio bancario pequeño o grande sin pasar por la decisión política del gestor estatal”.

Deja un comentario