Zelaya en Honduras

El P-LIB deplora la decisión del ex presidente de Honduras, Manuel Zelaya, de regresar al país sin entregarse a la Justicia y refugiándose en una embajada extranjera. Es un acto teatral típico del populismo latinoamericano y digno de su mentor y líder Hugo Chávez. Es preciso recordar que Zelaya (pese al apoyo que incomprensiblemente ha recibido de una gran parte de la prensa y de la diplomacia occidental) no es un presidente depuesto por un golpe de Estado, sino procesado por gravísimas irregularidades constitucionales y otros abusos de poder, tendentes a escenificar un plebiscito ilegal para perpetuarse en la jefatura del Estado y conducir a Honduras a una involución democrática similar a la ocurrida en otros satélites de Caracas.

Es importante señalar que una amplísima mayoría del parlamento respaldó el procesamiento, no efectuado por golpista alguno sino por la Corte Constitucional del país centroamericano. Cuestionarlo en esas circunstancias equivale a defender a cualquier precio el presidencialismo ilimitado, cuasimonárquico, que es uno de los grandes males de América Latina. Al mismo tiempo, es cierto que la manera en que se produjo el procesamiento no fue probablemente la más acertada, y desde luego es contrario a la lógica jurídica más elemental haberle deportado en lugar de enjuiciarle en Honduras.

El P-LIB reclama elecciones inmediatas y libres en Honduras, con participación de todos los partidos políticos, incluidos por supuesto los seguidores de Zelaya. Al mismo tiempo, reclamamos a Brasil la entrega del señor Zelaya a las autoridades hondureñas para que comparezca en un juicio que se desarrolle de conformidad con la Constitución y con plenas garantías jurídicas para el procesado. Condenamos el abuso de la inmunidad diplomática de la embajada brasileña en Tegucigalpa y pedimos a la diplomacia española un cambio de posición respecto a Honduras que ayude a sostener la paz civil y la restauración plena del orden constitucional interrumpido por las acciones de Zelaya y por los acontecimientos posteriores.

El bloque chavista es un peligro para la paz regional y mundial

 

 

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