El Partido Libertario (P-LIB) desea reiterar su rechazo, ante los problemas económicos de la Ciudad de la Luz y la Ciudad del Cine, a la intervención del Estado en todos los sectores de la economía, y especialmente a realizar aventuras empresariales como montar un estudio de cine. Tras múltiples sobrecostes, mala gestión, sentencias condenatorias por las irregularidades cometidas y suspensión de pagos, la situación del complejo ha llegado a un punto crítico. La Ciudad de la Luz es uno más a sumar a los innumerables fiascos de la inversión y gestión pública, a los que por desgracia estamos demasiado acostumbrados.
Índice político - Política municipal
13 Abr2015
EL AYUNTAMIENTO DE ALICANTE LLEVA A LA RUINA LA CIUDAD DE LA LUZ Y PONE BARRERAS A IKEA
10 Abr2015
LAS ZONAS DE ESTACIONAMIENTO RESTRINGIDO SON DUDOSAMENTE LEGALES Y SOLO SIRVEN PARA RECAUDAR
Valencia sigue exprimiendo a los vecinos
Francisco Ramos: “No se debe cobrar o sancionar por aparcar bien en un espacio público”.
El Partido Libertario (P-LIB) de Valencia se opone frontalmente al establecimiento de nuevas zonas de aparcamiento restringido, y en contra de la Zona Naranja en el barrio de Ruzafa en Valencia, y exige la eliminación de las existentes. Las restricciones de las zonas azul, naranja o verde no son más que otra forma de recaudación municipal de dudosa legalidad. El P-LIB tiene claro que las zonas de aparcamiento restringido no benefician en absoluto a los ciudadanos, puesto que los residentes en la zona tienen los mismos problemas para aparcar y además deben cumplir con papeleos innecesarios y pago de tasas, mientras que el resto paga a precio de oro algo que antes era gratuito, sin obtener tampoco ninguna contraprestación.
El Partido Libertario (P-LIB) de Valencia se opone frontalmente al establecimiento de nuevas zonas de aparcamiento restringido, y en contra de la Zona Naranja en el barrio de Ruzafa en Valencia, y exige la eliminación de las existentes. Las restricciones de las zonas azul, naranja o verde no son más que otra forma de recaudación municipal de dudosa legalidad. El P-LIB tiene claro que las zonas de aparcamiento restringido no benefician en absoluto a los ciudadanos, puesto que los residentes en la zona tienen los mismos problemas para aparcar y además deben cumplir con papeleos innecesarios y pago de tasas, mientras que el resto paga a precio de oro algo que antes era gratuito, sin obtener tampoco ninguna contraprestación.