No más fusiones de cajas

La noticia de la fusión casi segura entre Cajasol y Caja Guadalajara añade un nuevo capítulo a la concentración en este subsector bancario. La agrupación de las antiguas cajas para constituir entidades bancarias grandes o muy grandes sin renunciar a los privilegios de su peculiar estatuto atenta contra la libertad de mercado en el sectro bancario y perjudica a millones de accionistas de los bancos normales. Los supuestos beneficios sociales de la obra benéfica desarrollada por las cajas no son en realidad tan relevantes y en cualquier caso no pueden excusar su competencia desleal frente a los bancos normales. La concentración y la tendencia oligopólica afectan también a éstos y deben ser objeto de una profunda reflexión. Necesitamos un sector bancario mucho más dinámico y flexible, donde puedan surgir pequeños actores independientes de los grandes grupos y donde la competencia sea efectiva. En todo caso, el mecanismo corporativista de gobierno de las cajas, completamente politizado y favorecedor de la corrupción, debe desaparecer.  El P-LIB considera que las cajas deben privatizarse mediante subastas públicas que garanticen la igualdad de oportunidades de los potenciales compradores.

 

 

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