El Partido Libertario se opone a que se obligue a los hosteleros a exigir certificado de vacunación

  • La medida ha sido aprobada en Canarias, donde está suspendida cautelarmente, y en Galicia, donde se encuentra en vigor
  • El P-LIB recuerda que, al contrario que en otros países, la vacunación (de cualquier enfermedad) no es obligatoria en España, lo que hasta ahora no ha supuesto ningún obstáculo para el éxito de las vacunas

El Partido Libertario (P-LIB) se opone a que se obligue a los hosteleros a exigir a sus clientes el certificado de vacunación de COVID-19 para entrar a sus locales. Dicha medida ha sido aprobada en dos comunidades autónomas, Canarias y Galicia, y está siendo considerada por otros gobiernos autonómicos. Mientras que en el archipiélago, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha suspendido cautelarmente la medida, sobre la que se pronunciará en los próximos días, la norma está plenamente en vigor en Galicia. Conviene recordar que la nueva ley de salud gallega se encuentra suspendida por el Tribunal Constitucional.

El P-LIB recuerda que, con independencia de lo que se haya podido leer o escuchar en los últimos días en el fragor de la confusión mediática, y al contrario que en otros países, la vacunación (de cualquier enfermedad) no es obligatoria en España según la legislación actual, por lo que cualquier norma autonómica que avance en esa dirección tiene todas las papeletas (o debería tenerlas) para ser suspendida o restringida en su aplicación.

La ausencia de vacunación obligatoria no ha supuesto hasta ahora ningún obstáculo para que se alcance la inmunidad de grupo para diferentes enfermedades, ya que para alcanzar dicha inmunidad es necesario que se vacune una amplia mayoría de la población, pero no el 100% de la misma. De hecho, hay personas que no pueden vacunarse de ciertas enfermedades (según patologías previas, edad, etc.), lo que no obstaculiza el éxito de las vacunas.

Por otro lado conviene recordar que, al margen de cuestiones legales, hablar de vacunación obligatoria cuando hay millones de personas que desean ser vacunadas y no han podido vacunarse aún es, sencillamente absurdo. Si la preocupación de algunos dirigentes autonómicos es realmente la contención de la pandemia y no el mostrar que están haciendo algo, lo mejor que pueden hacer es acelerar, en la medida de sus competencias, el ritmo de vacunación al máximo posible para alcanzar la inmunidad de grupo cuanto antes.

Mención aparte merecen otras medidas como los toques de queda nocturnos restablecidos en algunas comunidades autónomas (en algunos municipios de Andalucía, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana y pendiende de su Tribunal Superior de Justicia en Asturias; y en todo el territorio de Navarra). Al parecer, el que no haya ningún estudio científico que indique que el Coronavirus se contagie preferentemente en horas nocturnas, resulta irrelevante para algunos dirigentes autonómicos.

Al margen de la cuestión sanitaria, cabe preguntarse por qué en España se tiende a considerar que el Poder Ejecutivo está por encima de la ley.

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