Cerremos el Instituto Cervantes

Ante la noticia del cierre de tres sedes del Instituto Cervantes (las de Recife, Curitiba y Damasco) y la probable cancelación de su presencia en Sofía y Tel Aviv, el Partido de la Libertad Individual (P-LIB) considera insuficiente este recorte y promueve la simple privatización o cierre de la institución en su conjunto. El Instituto Cervantes nos costará más de ochenta millones de euros a los ciudadanos en 2013, tras un discreto recorte presupuestario. Este brazo exterior del Estado se dedica a regalar o subvencionar con nuestro dinero clases de español y actividades culturales diversas, en competencia desleal con las academias de idiomas de los países en los que se instala y con las empresas del sector cultural. Los ciudadanos no tienen por qué pagar las veleidades de ingeniería cultural exterior del Estado, ni la enorme plantilla que esa labor requiere, ni las decenas de edificios comprados o alquilados en las principales capitales del mundo con cargo al dinero de nuestros impuestos. La reputación y la marca-país se construyen con conductas responsables, por ejemplo en política económica, y no regalando cursillos de español en medio mundo. El dirigismo cultural es tan deleznable en su faceta exterior como lo es en su cotidiano condicionamiento del panorama cultural doméstico. El P-LIB pide igualmente el cierre o la privatización de todos los institutos equivalentes de las comunidades autónomas y la eliminación de todas las subvenciones a entidades privadas para la promoción exterior de lenguas y otros rasgos culturales.

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