El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su solidaridad con el actor Gérard Depardieu, exiliado fiscal de la Francia hipercolectivista de François Hollande. Después de toda una vida pagando al fisco francés cantidades de dinero realmente desproporcionadas, hasta superar los ciento cuarenta y cinco millones de euros en impuestos, el actor puso voz el mes pasado a millones de franceses que ya no soportan más el expolio tributario de ese país. Depardieu, pudiendo residir en cualquier lugar del mundo, ha mantenido su residencia en territorio francés hasta que las últimas medidas de Hollande le han hecho ya insoportable vivir en Francia, país del que finalmente se ha marchado tras abonar en 2012 el 85% de sus ingresos.
Europa
LA VORACIDAD DE HACIENDA EMPUJA A MARCHARSE O A VIVIR "EN B"
LA PAC ARRUINA A LOS AGRICULTORES AL ANULAR SU LIBERTAD DE PRODUCIR Y COMPETIR
El P-LIB rechaza la nueva Política Agrícola Común
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su desacuerdo con los términos de la Política Agrícola Común (PAC) fijados para el siguiente periodo. El P-LIB, favorable a la unificación y globalización de los mercados, considera que la PAC decidida anualmente en Bruselas constituye un conjunto de trabas a la libertad económica. La PAC distorsiona los mercados agrarios al fijar cuotas de producción propias de los viejos planes quinquenales de los regímenes totalitarios, y al mantener un complejo entramado de subvenciones y ayudas sufragadas con el dinero de todos los contribuyentes europeos. La PAC no sólo nos cuesta ingentes cantidades de dinero a todos, sino que también limita nuestra libertad de elección como consumidores.
El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su desacuerdo con los términos de la Política Agrícola Común (PAC) fijados para el siguiente periodo. El P-LIB, favorable a la unificación y globalización de los mercados, considera que la PAC decidida anualmente en Bruselas constituye un conjunto de trabas a la libertad económica. La PAC distorsiona los mercados agrarios al fijar cuotas de producción propias de los viejos planes quinquenales de los regímenes totalitarios, y al mantener un complejo entramado de subvenciones y ayudas sufragadas con el dinero de todos los contribuyentes europeos. La PAC no sólo nos cuesta ingentes cantidades de dinero a todos, sino que también limita nuestra libertad de elección como consumidores.