No a las medidas del BCE

Óscar TimónEl Partido de la Libertad Individual (P-LIB) expresa su oposición a las medidas adoptadas ayer por el Banco Central Europeo (BCE). Las bajadas de tipos de interés, los tipos de interés negativos a la banca, las nuevas LTROs, las compras de valores respaldados en activos y el fin de las operaciones de esterilización, no son más que un nuevo intento de reiniciar la expansión del crédito y generar inflación. Es un intento que difícilmente tendrá éxito, dado el elevado endeudamiento que tienen familias, empresas y gobiernos. Estas medidas agravarán el endeudamiento de los Estados al seguir inflando la enorme burbuja de deuda pública. Esta burbuja está llevando a que todos los países, incluso alguno quebrado como Grecia, a financiarse a tipos históricamente bajos.

Estas medidas son especialmente negativas para las familias que ven cómo, en vez de recibir incentivos para reducir sus deudas y poder ahorrar, son incentivadas a endeudarse más aún para, en el mejor de los casos, generar una recuperación artificial y, cuando las cosas se vuelvan a torcer, tener aún más deuda que pagar. Los políticos están aprovechando la reducción de la prima de riesgo, provocada por el BCE, para seguir endeudándose, a sabiendas de que no serán ellos sino todos los ciudadanos quienes acabarán pagando la inmensa deuda pública que se está generando.

El BCE ha demostrado una vez más que es un órgano político y al servicio de los políticos. Estos intentan una y otra vez volver a los tiempos felices de la burbuja y del crédito fácil, tiempos en los que los ciudadanos les votaban con alegría, sus casos de corrupción no importaban y el presupuesto les permitía todas las políticas de compra de votos que fueran necesarias.

Los liberales proponemos que se acabe con la verdadera causa de la crisis: los privilegios bancarios. Privilegios que les permiten ser rescatados a costa del contribuyente, ser financiados de forma generosa por el Banco Central, tener parte de su deuda garantizada por los fondos de garantía de depósitos o ser un oligopolio con enormes barreras de entrada. Para poner fin a estos privilegios es fundamental terminar con los bancos centrales estatales, que los dueños de los bancos (sus accionistas) y sus acreedores sean los que paguen los rescates bancarios, terminar con los fondos de garantía de depósitos, dar libertad para ejercer el negocio bancario y poner fin a las leyes monetarias de curso forzoso.

En palabras de Óscar Timón, Portavoz del P-LIB en materia económica, “los liberales pedimos el fin de todos los privilegios, en este caso particular el fin de los privilegios bancarios, al igual que nuestros antepasados intelectuales, los liberales clásicos, pidieron el fin de los privilegios de la nobleza, de la iglesia y del rey”.

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