Valencia: el Ayuntamiento esquilma al contribuyente

Francesc RoigEl Partido de la Libertad Individual (P-LIB) valenciano expresa su preocupación por el aumento del número de familias que piden al Ayuntamiento de Valencia el pago fraccionado de impuestos. Según informan diversos medios de comunicación, de las 1.494 solicitudes de 2012 se ha pasado a las 11.311 del pasado año. Este dato pone de manifiesto los apuros en los que se encuentran los ciudadanos para hacer frente al expolio tributario al que los someten las distintas administraciones públicas. El P-LIB de la Comunidad Valenciana denuncia la reacción de los socialistas de todos los partidos ante esto. En lugar de hacer frente a la crisis de la misma manera que han hecho todas esas familias, es decir, reduciendo el gasto de forma drástica y renunciando a todo aquello que no es esencial, los gobernantes valencianos deciden “perdonar la vida” al contribuyente aplazando el pago y dando “facilidades” de forma que a nadie se le ocurra protestar.

En palabras de Francesc Roig, coordinador general del P-LIB en la Comunidad Valenciana “algo se está haciendo mal cuando los ciudadanos se ven obligados a pedir el aplazamiento del pago de impuestos, si uno no se puede permitir algo no decide pasarle la factura al vecino como hacen los políticos”. Ante las declaraciones de los responsables del PP y el PSOE, que coinciden en lanzar una campaña informativa sobre la posibilidad del pago aplazado, o reducir la factura mínima para poder solicitar esta “ayuda”, y trayendo a colación el programa político marco del P-LIB, Francesc Roig ha declarado que “es un objetivo importante del P-LIB producir en la sociedad un cambio ético que cuestione la voracidad fiscal del Estado, y consagrar en la Constitución el derecho a un tope tributario para empresas y particulares (y también un tope al endeudamiento del Estado en nuestro nombre)”.

Por supuesto, el P-LIB entiende que es mejor para una familia valenciana poder pagar a plazos los impuestos que ser embargada o encarcelada, y por tanto, mientras no deslegitimemos el robo que suponen los impuestos, apoyamos como paso en la buena dirección cualquier medida encaminada a reducirlos.

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