Sobre la reforma de la ley del aborto

P-LIBEl Partido de la Libertad Individual (P-LIB) rechaza el anteproyecto de Ley Orgánica de Protección de la Vida del Concebido y los Derechos de la Mujer Embarazada, por cuanto supone un considerable recorte a la libertad de elección. Por un lado, el texto promovido por el ministro Ruiz-Gallardón elimina la libre decisión en un plazo legalmente establecido, que es el sistema vigente en prácticamente toda Europa y en el resto del mundo desarrollado, y que es también el sistema propuesto por el Programa Político Marco del P-LIB y por los partidos liberales de la práctica totalidad de países. Por otro, la nueva ley no sólo retrocede al punto de la anterior, sino que restringe incluso los supuestos antes existentes, lo que nos coloca, junto a Irlanda y por detrás incluso de Polonia, en el marco legal menos favorable de todo el continente a la elección de la embarazada, que a partir de ahora sólo podrá escoger en los casos en que el embarazo se deba a violación. El P-LIB reitera la posición política pro-elección expresada en su programa, aprobada por su I Congreso (25 de septiembre de 2010) y ratificada con el 80% de los votos en su II Congreso (23 de junio de 2012):

«El P-LIB considera que el Estado debe ser neutro respecto a las decisiones morales de los ciudadanos que no afecten a otros. El P-LIB constata la falta de consenso existente en la sociedad respecto a la naturaleza del aborto, y afirma la libertad de las mujeres para tomar tan difícil decisión sin coacciones de ningún tipo durante la primera etapa de la gestación. El Partido de la Libertad Individual exige un respeto escrupuloso al derecho del personal sanitario a la objeción de conciencia. Dada la inevitable coexistencia de posiciones personales frontalmente enfrentadas por esta cuestión, el P-LIB respeta la plena libertad de conciencia de sus afiliados y cargos electos respecto al aborto» (Programa Político Marco, punto 3.5.2).

Al mismo tiempo, el P-LIB reitera el escrupuloso respeto a la plena libertad de conciencia de los afiliados y simpatizantes que, discrepando de la posición mayoritaria y oficial pro-elección, mantienen una posición pro-vida ante esta cuestión tan divisoria y tan vinculada a la visión moral y las creencias de cada persona. De la misma manera, el P-LIB da la bienvenida en su seno a cuantas personas pro-vida comparten en general el resto de las posiciones programáticas en materia moral y bioética.

El P-LIB llama la atención, además, sobre la utilización gubernamental de esta y otras cuestiones sensibles y controvertidas para desviar la atención respecto al desastre económico actual, a la corrupción extrema que asola a los principales partidos y afecta de lleno al presidente Rajoy, y a la desafección popular generalizada frente a un régimen político, el de 1978, completamente agotado.

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