Aplicar diferentes normas según el grupo de población al que se pertenezca es acabar con la Justicia

El Partido Libertario (P-LIB) valora muy negativamente el precedente jurídico que sientan dos sentencias recientes del Tribunal Supremo (del 19/11/2018 y del 08/01/2019) en el marco de la Ley Integral de Violencia de Género (LIVG).

En coherencia con los principios fundamentales del libertarismo, el Partido Libertario se opone frontalmente al inicio de la violencia contra cualquier persona, y reivindica el derecho de legítima defensa para las personas agredidas.

Avanzar hacia la erradicación de la violencia en nuestra sociedad, es por tanto un objetivo que el P-LIB comparte plenamente, se trate de violencia contra las mujeres o contra cualquier otro tipo de individuo.

Sin embargo, como el P-LIB viene denunciando hace años, la LIVG no es una herramienta adecuada para combatir este tipo de delito, y presenta graves problemas.

Sin entrar a valorar los casos concretos que dan lugar a las sentencias, la segunda de ellas deja claro que la LIVG aplica normas diferentes a distintos grupos de población (hombres y mujeres) llegando a ser mayor el castigo en el primer caso por defenderse, que en el segundo por iniciar la violencia física. Puesto que establece para todo el sexo masculino una condición de poder y superioridad de forma universal, cabe entender que esta se aplicaría igualmente si quien se defiende de una agresión física de una mujer es un hombre discapacitado.

En cuanto a la primera sentencia, concreta que la aplicación de esta ley no se circunscribe únicamente al ámbito de la pareja, con lo es de aplicación a cualquier hombre y cualquier mujer por el simple hecho de serlo.

En contra de lo que muchas personas parecen creer, las sociedades con procedimientos más garantistas a la hora de juzgar los delitos, son en general más seguras. De hecho, atendiendo al número de asesinatos tipificados como Violencia de Género, los datos indican que no ha habido un descenso desde la aprobación de la LIVG.

Además, en el marco de la aplicación de esta ley se producen incentivos perversos que, lejos de proteger a las víctimas, erosionan un pilar básico del Derecho, como es la presunción de inocencia.

Por último, esta ley ofrece abundantes subvenciones a organizaciones que han acreditado tener la misma eficacia en la lucha contra la violencia que el INEM en la lucha contra el paro. Mientras tanto, la actual Ley de Mecenazgo, cuya modificación reclama el P-LIB desde hace años, obstaculiza en este ámbito (como lo hace en otros) el que la ciudadanía pueda apoyar libremente a las organizaciones que hayan demostrado su eficacia, como asociaciones de apoyo a las víctimas o entidades de cualquier otro tipo.

El Partido Libertario reclama de nuevo la derogación de la LIVG y su sustitución por una mejoría real de la red de apoyo a las víctimas, una modificación del código procesal de cara a que este sea realmente eficaz, una revisión de las penas por delitos de violencia doméstica y una sólida garantía de la presunción de inocencia. Independientemente del sexo de las víctimas. Independientemente de que se trate de parejas heterosexuales, de parejas homosexuales, o de ningún tipo de pareja en absoluto. Aplicando, en definitiva, el principio de igualdad ante la ley para todas las personas.

Roxana Nicula, Secretaria General del Partido Libertario ha declarado respecto a esta ley: “Quebrar el principio de igualdad ante la ley es acabar con la Justicia. El Partido Libertario considera necesario dar soluciones justas, éticas y de igualdad jurídica contra la lacra de la violencia, e invita a la ciudadanía y a las organizaciones de la Sociedad Civil a sumarse a un cambio de enfoque”.

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